Rulfo creó un universo, Comala, un espacio y una dimensión en la cual resonaron mis recuerdos, sentimientos y vivencias. Esto me llevó a querer darle forma a esos lugares, a materializarlos en colores, a imaginar esos recuerdos, a plasmar esos personajes que me emocionaron, que me contaron sus historias, que me invitaron a sus mundos. 

Atravesé los paisajes de Pedro Páramo como en un sueño. La voz de Rulfo me permitió percibirlo con todos mis sentidos.